Flor de sal 20-23 reta al escucha. No se trata de un trabajo complaciente, pero en él Mauricio Sotelo tampoco ha abandonado su impronta melódica, por lo que, una vez superada la primera impresión de extrañamiento, sus seguidores reconocerán en esos trazos firmes y hasta por instantes amigables, la figura de su creador quien, nuevamente, ha roto sus propios esquemas.
David Cortés Revista Nexos, México.